EL JUEGO DE LAS CUERDAS

Pasó lo que tenía que pasar. Telecinco valora suspender la emisión del 24h por la rebelión en Twitter. Este era el titular del "El Confidencial".

No os voy a engañar, este GHVip no es un formato que me guste. Siempre he preferido el GH clásico, el de personas anónimas que se prestan a ser observadas, criticadas y analizadas al milímetro por la audiencia. En GH cada uno de los concursantes tiene una motivación a la hora de presentarse al programa y someterse a este análisis. Unos por vivir la experiencia, otros por llegar a conseguir un poco de fama, otros por el dinero... Pero el factor común es que vienen sin mochilas. Son personas a las que descubrir como concursantes, de las que no sabemos nada y cuyo comportamiento no tiene un camino marcado por su pasado.

En GHVip no consigo encontrar nada de esto, por eso nunca lo he considerado Gran Hermano. Meten en una casa a un grupo de pseudo-famosillos la mayoría de veces casposos de medio pelo, a los que convencen de entrar en la casa a cambio de contratos más o menos sustanciosos dependiendo del nivel de famoseo que tengan. Estos "concursantes" no entran por voluntad propia, entran tentados por una cifra desde el principio, y esa cifra es la que espera rentabilizar la cadena multiplicándola para conseguir beneficios a través de los anunciantes.

Los concursantes de GHVip vienen con una mochila muy pesada. Todos sabemos de sus vidas, de sus éxitos y sus miserias. Les conocemos y sabemos cómo van a reaccionar ante determinadas circunstancias. Y ellos lo saben, y la cadena lo sabe. Entran con un deber para con su público y con un compromiso con la cadena de que darán lo que se espera de ellos. Y lo que se espera es audiencia, espectáculo, polémica... votos.

Todo está milimétricamente calculado para obtener beneficios. Y no me parece mal, al fin y al cabo es un producto más de un negocio como otro cualquiera, al que hay que sacar la máxima rentabilidad. De lo contrario... vaya mierda de negocio.

El problema viene cuando todo está enfocado a esa rentabilidad, a ese enriquecimiento, porque entonces es el producto el que se resiente. Cuando el beneficio está por encima del producto, el producto deja de importar, se explota, se embrutece, y se prostituye. El producto inicial deja de ser lo que en un principio encantó y enganchó al público y se convierte en una copia barata de sí mismo. Y esto puede que en un primer momento no influya en el interés hacia el producto, pero la audiencia no es tonta y llega un momento en el que sabe cuando le están dando gato por liebre. Y claro, protesta. Entonces, o se vuelve a dar lo que el público demanda o se deja de vender el producto, o se ofrece uno totalmente distinto pero que suscite similar interés.

Hasta aquí todo normal. Oferta y demanda, ley de mercados. Negocio. Lo que pasa es que no estamos hablando de una caja de herramientas, de un móvil o de langostinos congelados. Detrás de este producto hay mucho más. Tú no vas a un establecimiento comercial y pides cuarto y mitad de GH, o un GHVip Mini envuelto para regalo. No es un producto que puedas tocar, es un producto que puedes sentir, que te despierta sentimientos, interés, filias y fobias. No pagas directamente por el producto. Su precio lo pagas consumiendo publicidad de otros productos que sí puedes comprar y que los anunciantes de dichos productos esperan que compres. Así que ya tenemos dos intereses, cadena y anunciantes por un lado y los intereses de los consumidores por otro lado.

Quién de estos tres ejes puede estirar más la cuerda? La cadena estira su cuerda influenciando a los concursantes, guardándose para sí mismos las imágenes más interesantes o polémicas para engrosar contenidos en programas satélite de GH, manipulando votaciones (supuestamente) para que quien más contenidos genera no abandone el programa. Los anunciantes estiran su cuerda exigiendo audiencia al programa, negociando precios por pases y amenazando con retirar su publicidad si no se cumplen sus expectativas. Y la audiencia estira su cuerda demandando un producto de calidad, sin manipulaciones y sin censuras de imágenes.

Los tres ejes pueden llegar a romper la cuerda, unos por prostituir demasiado el programa, otros por amenazar con su retirada y los de más allá por protestar y exigir.... más de lo necesario?

Los tres tenemos la culpa de lo que está pasando y de lo que puede llegar a pasar si una de las tres cuerdas al final se rompe.

No hablo de ceder o claudicar, hablo de sensatez.

Todos sabemos que no nos va la vida en el programa. Sabemos que es un entretenimiento. Pero también sabemos que para todas las partes no se trata de sólo un entretenimiento sino que es un negocio millonario... Por eso a la audiencia no le gusta la censura ni la manipulación, y tiene todo el derecho a protestar por ello. A la audiencia no le gusta que la tomen por tonta. La audiencia no traga con todo.

Pero... la audiencia es libre. Mucho más libre que los otros dos ejes, porque los otros dos viven de ésta. Es muy fácil.... Si piensas que te están tomando por imbécil, si piensas que la manipulación y la censura son excesivas e insoportables... cambia de canal o no sigas votando y dejándote tu dinero para que otros se beneficien con ello y se acabó el negocio. Por qué no lo hacemos?

Pues porque a todos nos interesaría que esto siguiera. Ellos contentos con que su negocio vaya bien, y nosotros consumiendo un producto que nos gusta... O no?

Pues parece que hay algunas personas en las redes sociales que no les interesa que esto siga. Por lo visto son personas a quienes les preocupan más sus intereses que los del resto. Se han dado nombres... Los "grandes gurús" de GH... Los que tienen complejo de Robin Hood, de Zorros Justicieros... Una cosa es protestar y hacer valer tus derechos y otra distinta tocar los cojones por diversión, por no poder soportar que una cadena ya no te quiera, y por intentar seguir siendo famosetes y viviendo de un formato y una cadena a la que dicen despreciar. Sólo protestan y boicotean, pero no hacen nada por parar el negocio, porque también es su negocio. Y por otra parte están los que se suben al carro de los desprecios por considerar que deben "educar debidamente" al público, por creer que nadie debe ver algo que a ellos no les gusta o les repugna.

Aunque pueda estar de acuerdo en algunas cosas que reivindican, no me gusta la forma exaltada y extrema que tienen de expresarlas, porque eso sólo nos conduce a romper nuestra cuerda y a que los demás rompan la suya.

Estamos en un país libre o en una república bananera llena de borregos? Pregunto.

Me gusta Gran Hermano, es un programa que consumo desde la primera edición. Me encanta GH. Estoy enganchada a GH. Quiero que siga existiendo! No soy imbécil (creo, por lo menos eso me ha dicho siempre mi madre). Tengo criterio. Veo más de lo necesario Sálvame y Sálvame de Luxe, los informativos de Tele5, Hay una cosa que te quiero decir y todo lo que quieran echarme por la "ventana tonta". Merezco un respeto porque dependen de mi. No soporto que me mientan ni que me engañen, ni por la tele ni en la vida real. Pero soy egoísta y quiero tener lo que me gusta, cuanto más mejor, y si para ello tengo que tragarme 50 anuncios por corte publicitario, lo haré. Es fácil tenerme contenta, dame lo que quiero, eso que tú sabes tan bien qué es. Haz las cosas bien, me conformo con poco. No me mientas... sólo eso.

PK-Grosella