Durante el fin de semana suelo
hacer una entrada sobre el carácter, personalidad o rol en el juego que están
adoptando los concursantes. Esta semana pensaba hacerlo sobre Ares pero con
ella expulsada no tiene mucho sentido, no obstante, el lunes, al hacer un
resumen de lo sucedido en el fin de semana, no tendré más remedio que nombrarla
puesto que su estancia en la casa se echa en falta y mucho, quizás más de lo que añoraríamos a Belén si hubiese sido la expulsada. Podría centrarme
en cualquier otro concursante, pero lo cierto es que no paro de pensar en lo
que sucedió el jueves, así que he decidido hacer una reflexión sobre lo mismo,
haciendo de esta entrada un especie de anexo al magnífico relato que hizo ayer Chocolate
sobre la última gala y la no expulsión de Belén.
Belén, "escritora" |
A estas alturas todos tenemos
claro que detrás del "fenómeno" de Belén Esteban hay toda una maquinaria y una
industria, de forma que cuando nos referimos a ella, para bien o para mal, es
imposible no percibirla como un “producto”, alguien famoso y artificial creado
por la televisión y en todo caso por el mánager de turno. De hecho si hay un
nombre que destaca en este Gran hermano Vip, además del de los concursantes, es
el de Toño Sanchís. Es, en la actualidad, el representante de Belén y,
por lo que he leído, desde entonces ha ido engrosando su lista de clientes
hasta controlar el mayor mercado de colaboradores televisivos. En casi todos
los programas hay alguien representado por el tal Toño, sin ir más lejos en
éste, además de a Belén, representa a Ylenia, Kiko Rivera, Coman e incluso a
Olvido Hormigos, hasta que Belén le exigió que cortase la relación laboral con
la que, para ella, ha sido su mayor
enemiga en el concurso. Este señor, a la sombra y tras las cámaras, negocia
todos los contratos de tan “ilustres” clientes. Un negocio que puede resultar
engañoso o, por lo menos, curioso, porque no podemos obviar que detrás de numerosos enfrentamientos en plató
se oculta un mismo nombre, una misma empresa. Un negocio que no hace
otra cosa que impulsar o disimular todo aquello que ocurre delante de las
cámaras.
Belén, "princesa del pueblo" |
Para mí es muy difícil analizar
todos estos entresijos. Confieso que he empezado a reflexionar sobre estos
temas a partir de las últimas ediciones que hemos “sufrido” del formato
original de Gran Hermano. No sé ni cuantas veces me he preguntado “y por qué
pasarlo mal, coge el mando y cambia de canal”. Pero no es tan sencillo. Hace
años, desde que surgió la telebasura, se debate si tenemos la televisión que
nos merecemos. Yo cada vez estoy más segura de que no y cada vez me indigna más
el falso discurso de “hacemos esto
porque es lo que la gente quiere”. No es cierto. Los medios, efectivamente, son
empresas, pero no deberían olvidarse de que tienen un compromiso con la
sociedad; es decir, son algo más que un negocio. Si quieren eludir su
responsabilidad y ganar mucho dinero haciendo basura, son libres pero que no
nos intenten cargar con la culpa de hacerse ricos explotando los más bajos
instintos de una sociedad. Tenemos la televisión que nos ponen, ni más ni
menos.
No somos libres con el mando a distancia, ya que los programas son
elaborados con diferentes técnicas para persuadir y enganchar a la audiencia, y
esto nos resta responsabilidad. No toda, porque tampoco somos esclavos, pero sí
una gran parte. Si no fuese así, ¿por qué todos nosotros seguimos viendo Gran
Hermano a pesar de las decepciones y de cada vez ser más conscientes de cómo
funcionan las cosas y qué es lo que realmente importa?
Belén, "ganadora"de ¡Más que baile! |
El engaño tan vergonzoso y
descarado que llevó a cabo Telecinco este jueves para que Belén Estaban
permaneciese en el concurso, es un ejemplo de todo lo que he dicho previamente.
Ante el aluvión de críticas, la cadena ha querido salir del paso explicando que
el 60% del total de los votos emitidos, se realizaron durante los 40 minutos de
la “extraña” cuenta atrás de la gala del jueves, ocasionando un vuelco a los
porcentajes que realmente parece demasiado complejo para ser verdad. Para
colmo, mucha gente que intentaba expulsar a Belén durante la gala se
encontraron con el servicio restringido, algo que no sucedía al votar a Ares y
la red se inundó de pantallazos que lo demostraban. De esta forma #tongoghvip
se ha convertido en trending topic nacional por muchísimos espectadores indignados
ante tal despropósito. En realidad, todos somos
conscientes de que es una gran mentira, todos imaginamos o intuimos, leemos,
escuchamos cientos de opiniones, rumores, teorías,…, y al final, la conclusión
es la misma: Indignación y tristeza. Lo mismo que provoca la que parece ser la
estrella indiscutible de la cadena.
Belén, "sex symbol e icono gay" (Interviu) |
Belén Esteban es una enferma, y no me
refiero a sus pasadas adicciones. Está tan dominada por el éxito que cuando se
termine no dudéis que será su peor momento, del que difícilmente se recuperará.
Y este fin llegará, porque todo éxito televisivo es coyuntural y hay que ser
muy inteligente para poder asumirlo. Si estás al límite, tarde o temprano
caerás. Y la tele está llena de gente que vive al borde del abismo. La fama, como es
algo que se consigue de forma no siempre clara, acaba siendo tan efímera como
destructiva, sólo aquellos que realmente tienen un talento especial pueden
conseguir sobrevivir a esa vorágine de destellos irreales. Belén está ciega
ante el precipicio. Vive en una especie de psicosis permanente, distorsionando
la realidad a su antojo y conveniencia y creando un mundo que acabará
arrollándola tarde o temprano. ¿Cómo puede pensar que los abucheos y los gritos
de “tongo” del público son sólo de la familia de Ares? El mensaje estaba claro: "los de arriba nos están puteando y tenemos que rebelarnos de una vez, hacernos oír". No es el momento de callarse, es el momento de expresarnos y de
escribir.
Mañana en "El Debate", con la
intención de justificarse, Jordi González hará una entrevista al notario del
programa. Sí, es cierto, por muy increíble que parezca. Hasta el propio
presentador dice que piensa pedir explicaciones a todos los que hablamos de
fraude o estafa en las votaciones. Pues tiene trabajo para rato, porque de los 3.896.000
telespectadores que vieron la gala, no creo que ni uno de ellos no pensara que
todo era una tomadura de pelo.
Por último, os dejo un vine,
sobre lo que cree la estrella protagonista de que sea un tongo no haber sido expulsada:
Mayra Gh