HABEMUS CARPETA

MYHYV

MYHYV es un programa en el que un/a tronista se sienta en un sillón, esperando encontrar el amor del príncipe o la princesa que hará honor a dicho trono. Esa es la versión oficial, la realidad es que nos encontramos con chicas y chicos inexpertos, inseguros, que se basan en la primera impresión,  que realmente nunca estuvieron predispuestos a buscar el amor, tan sólo sexo y diversión,  y cuyo único deseo es salir en la tele. 

Son cientos ya los jóvenes (entre ellos Fede) que han cedido su imagen y su tiempo a dicho programa, dispuestos a vender sus ideas, sentimientos y si son pocos, a inventárselos. ¿Y a cambio de qué? Pues de fama, visibilidad y caché en sus vidas, y que además para muchos de ellos es totalmente básico para su día a día, el ver que la gente los aclama, los pide y los desea y odia por partes iguales. Es decir, mueren por ser “famosos casposos”, una profesión que debería estar prohibida por el bien de la humanidad.

Es un festival de estereotipos. Ellos, musculosos, con los dientes de un color blanco nuclear, peinados considerados modernos, con barbitas metrosexuales y adoptando posturas inhumanas para asegurarse bien de que marcan sus bíceps trabajados en el gimnasio durante tantas horas. Ellas con sus melenas con extensiones, las 100.000 capas de maquillaje, lenguaje choni y sus tetas operadas, haciendo también gala de todo el intelecto que desborda el programa día tras día.

¡Anda, pero si son Fede e Ylenia! ¡Casi no me doy cuenta!...

¿Estamos seguros de que saben que están en Gran Hermano? ¿Cabe la posibilidad que hayan confundido a Jordi González con Emma García?

Ylenia y Fede: "¿Y Emma, dónde está?"

El caso es que después de la gala del jueves, a Ylenia le dio un brote histérico de ataque de celos hacia Ares. Según la chica más polémica de Gandía Shore, a Fede quien realmente le gustaba era Ares y su acercamiento a ella era sólo por interés. Supuestamente, interés “carpetero”. La paranoia le duró toda la mañana-tarde de ayer, tiempo durante el cual soltó perlitas contra el italiano como:

 "¿No ves que va de pijo y va de tal? Que a él una tía como yo no le gusta, hay que ser muy falso"

"La semana que viene tiene que salir la Olvido y después él, que estuvo  seis meses en el trono sin hacer nada, eso no se lo cree nadie"

"Me gustaría hablar con él, pero es tan falso que no se por dónde me va a salir".

Mientras, Fede pasaba el tiempo con Ares, la “entrevistadora”, no quedándose atrás a la hora de insultar a la rubia: 

"Es una pava subnormal".

¡Qué bonitos son los comienzos del amor! Ains.

Ritual de apareamiento

Finalmente, los dos tortolitos se reconciliaron. Ylenia le confesó sus celos al italiano, y él se justificó viniendo a decir algo así como que era una especie de oso amoroso. Tomad nota chicos para cuando vuestras novias se cabreen con vosotros: ser un oso amoroso hace que te perdonen cualquier cosa. Es así.

Incluso Ylenia, después de llamar “pedazo perra del infierno” a Ares mientras fregaba los platos (no sé cómo no rompió la vajilla entera), hizo las paces con ella y ahora vuelven a ser amigas del alma y dúo gogó en las fiestas. 

El beso

Y como después de las discusiones, llegan las reconciliaciones, Fede e Ylenia se pasaron la fiesta de anoche acaramelados, haciendo una especie de preliminares del beso (que no del sexo) dignas de análisis por la doctora Ochoa. Ojos cerrados interpretando multiorgasmos, roces de narices estilo David el Gnomo, bocas rozando cuellos en plan “Crepúsculo”, etc, etc, hasta que por fin de madrugada llegó el esperado morreo y posterior edredoning, como cabía esperar. 

¿Dónde ha quedado la intimidad de las parejas, el amor a primera vista, lo bonito de ir conociéndose y enamorándose poco a poco? En Guadalix desde luego, no.

Mayra Gh