DISPERSIÓN DE CULPAS

Está claro que en la casa de GH Vip no conocen el significado de la expresión “que cada palo aguante su vela”, o si lo conocen no creen que sea una buena filosofía para su vida. La mayoría de ellos no son capaces de hacer una mínima autocrítica ni reconocer la responsabilidad de sus actos, por el contrario en cuanto se sienten cuestionados prefieren poner a funcionar el ventilador y repartir las culpas a su alrededor intentando quedar ellos libres de pecado mientras enmierdan cuanto más mejor a los que les rodean.

El último ejemplo de esto lo hemos tenido este fin de semana a raíz de las trampas que Belén hizo en las nominaciones al avisar a Ylenia e Israel de que era mejor nominar con el teléfono rojo. En el momento en el que el programa les avisa de que ha habido irregularidades con las nominaciones, tanto Belén, como sobre todo Víctor (que también es culpable porque habló con Belén de las nominaciones estando prohibido y vio como ésta filtraba información a sus compañeros), especulan sobre un posible pacto de Ares y Aguasantas, prohibido según ellos por las normas del concurso (cosa que dudo, dicho sea de paso), su primera opción es pensar mal de sus compañeras en vez de mirar un poquito su propio ombligo. Más adelante Belén sí reconoce haberle dicho a Ylenia “rojo”, pero aún así Víctor sigue buscando otros culpables y quitándole importancia a lo ya reconocido por su amiga. También cargan ambos contra Ares por haber ido al confe a denunciar que ella y Aguasantas pensaban que se habían cometido irregularidades en las nominaciones, tras enterarse Víctor llega a decir ¡qué debería haber una sanción por falsos testimonios! ¿Pero qué dice este hombre si además de falso no tiene nada el testimonio de Ares?!. Y la repanocha es que una vez vistas las imágenes la noche del domingo, y puesto el castigo a Belén, Víctor se atreve a insinuar que la culpa es de Ylenia por hacerle caso a Belén y coger el teléfono rojo!!. Si no resultara tan patético e indignante sería para partirse de risa...

Belén y Víctor hacen esto continuamente. En el mes que llevan en la casa les hemos visto en multitud de ocasiones recriminar a sus compañeros cosas que ellos mismos hacen o, tras ser pillados en alguna falta, trasladar las culpas a otras personas. Son especialistas en ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, así como en caer en comportamientos que previamente han censurado duramente a otros compañeros, como por ejemplo Víctor y sus comentarios xenófobos o Belén jugando con su diabetes. Ellos nunca hacen nada mal, los demás tienen siempre la culpa de todo. No puede extrañarnos que sean así si les hemos visto hacer lo mismo cuando hablan de sus malogradas relaciones sentimentales, siempre echan la culpa a sus ex del fracaso de la relación y les culpabilizan por haberles hecho daño, sin pararse a pensar en ningún momento que ellos también hayan podido tener algo de culpa ni hacer la más mínima autocrítica. Víctor es especialista en esto ya que no desaprovecha ocasión para nombrar a Nacho Polo acusándole de todo tipo de “atentados” contra su persona, otra frase que éste no conoce es esa de “no hay mayor desprecio que el no hacer aprecio”. Claro que también puede ser que esté deseando que lo metan en la casa para poder ser protagonista y victimizarse a gusto. Apuesto por esta última opción.

Pero no sólo ellos adolecen de este mal. Varios de sus compañeros no les andan a la zaga... Por ejemplo Ylenia que duda de su relación con Fede, no se acaba de fiar de él, piensa que puede haberse unido a ella para formar una carpeta que le ayude a permanecer más tiempo en la casa. Y en vez de enfrentarse a esa situación carga las tintas contra Ares o contra Vicky (la profesora de zumba). Me diréis que eso son celos, y sí, lo son, pero también dispersión de culpas, es mucho más fácil culpar a otra persona de los problemas de tu relación que mirarte a ti misma y aceptar que no eres el tipo de tu “novio” y que ve cosas en ti que no le gustan un pelo.

¿Y qué me decís de Israel?, ese gran amigo que ve llorando a la chica a la que trataba como una mezcla entre hermana pequeña y posible ligue, a la que llamaba amiga, y pese a saber que llora por él se hace el tonto y decide que es mucho mejor dejar pendiente la conversación para el día siguiente. Y su gran excusa es que si habla con ella mientras llora ella puede conseguir de él cualquier cosa. Es decir, ¡¡que por adelantado y sin hablar una palabra con ella la está culpabilizando de querer manipularle!!.

Es alucinante. Estamos viendo personas adultas, con plenas facultades físicas y psíquicas (o eso se les supone...), que no son capaces de reconocer sus actos y de afrontar las consecuencias que de ellos se desprenden. Personas que necesitan culpabilizar siempre a otros y pensar mal de los demás mientras que ellos intentan quedar de santos. Que no son capaces de un mínimo de autocrítica ni de empatía con los demás. Es patético. Son patéticos.

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