CRÓNICA DE UNA RUBIA ANUNCIADA

Introducción

Me llena de orgullo y satisfacción anunciar que Albano entra seguro en este GHVip!!!!!.

Sí, el próximo jueves está confirmada la entrada de Albano en la casa de Guadalix para disfrutar de una semana de relax en el Balneario GH. Todos podremos disfrutar también de su presencia, sus canciones y su sombrero blanco.

1...2...3...ya.

No, como ya habréis adivinado los que no sois rubios, esto no es cierto, pero como sé que a Preguntona le hace tantísima ilusión que entre Albano a concursar, no he encontrado otra manera aparte de esta de agradecerle el detalle que ha tenido de mandar una entrada . Sé que para ella habrá sido un momento de dicha, esperanza e ilusión impagable que me agradecerá siempre. Estamos en paz.

Espero que todos disfrutéis de su divertida entrada llena de dobles sentidos!

Gracias Preguntona!

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    Repasando la historia de GH VIP, nos encontramos con que las tres ediciones anteriores del concurso han sido ganadas por Marlène Mourreau (GH VIP 1), Ivonne Armant (GH VIP 2) y Belén Esteban (GH VIP 3). Esto implica que el cien por cien de las ediciones hasta ahora disputadas han sido ganadas por rubias. ¿Casualidad? Puede que estéis pensando que así es. Pero no, no, de eso nada. ¡No es casualidad! ¡Es inevitable! ¿Y por qué pienso esto?, os estaréis preguntando. Pues… pues… no lo sé, ¿porque también soy rubia?, ¿porque mi hilo argumental es rubio?

    En GH VIP 4 tres nuevas rubias, tanto o más como las anteriores, luchan por la victoria: Rosa Benito, Belén Roca y Charlotte Caniggia. Tenemos también a Rappel, pero él no cuenta, porque es rubio, y aquí estamos reflexionando únicamente sobre las rubias. Y el caso es que una de ellas, Rosa, Belén o Charlotte, es la próxima flamante ganadora, no puede ser de otra manera. La cuestión es… ¿cuál de ellas en concreto?

    Rosa Benito, que además de rubia es peluquera y por tanto sabe mucho de la materia, luce el rubio más natural, discreto y recatado de las tres aspirantes, y muy acorde a su personalidad. Un rubio que según cómo te mira o lo miras, o según cómo refleja la luz en él, puede parecer rubio cobrizo, pasando por rubio tirando a ceniza, y llegar hasta a castaño claro. Un rubio como es ella, que ni chicha ni limoná, ni sí ni no, sino depende. Rubio al fin y al cabo, sí, pero rubio indeciso y caprichoso, poco creíble de tan mutante. 

    Belén Roca, sin embargo, es rubia decidida a más no poder, y de un rubio mucho más sofisticado, a lo Marilyn, dorado, sexy, rabioso, descarado y provocativo, que no admite duda alguna. Un rubio, además, orgulloso de serlo. Pero claro, un rubio así tiene un inconveniente, y es que quizá si lo observas con detenimiento resulta demasiado artificioso, demasiado rubio, vaya, que de tan rubio se pasa. Aunque esto también depende de cómo se mire, porque también podríamos decir que de tan rubio, uniforme y plano, no llega, y puede resultar hasta monótono y aburrido. Esto… ¿también como es ella?

    Por último, Charlotte Caniggia pasea en su cabeza el rubio, seguramente, más difícil de describir de los tres. Porque rubia y muy rubia sí resulta, pero entrelazados con sus mechones platinos, quieren asomar a la superficie otros que no lo son tanto, es más, que no lo son nada, y esto nos lleva a pensar si en realidad la rubia es tan rubia rubísima como inicialmente parece. ¿Es oro todo su pelo que reluce? Y así… ¿Es Charlotte tan Charlotte como parece?

    Visto lo visto, y después de todo, la cosa no está nada clara. A menos que a alguna de las tres, en lo que queda de concurso, se le cruce un cable y pase a ser morena, o castaña oscura con mechas californianas (que es como el querer y no poder de ser rubia), o siga siendo rubia pero con mechas marrón chocolate (o sea, rubia pero a medias), o se rape la cabeza, o se ponga una peluca de colores…

    Llegados a este punto alguien estará pensando: “Qué sarta de tonterías…¡Y sobre todo… si todas son teñidas!”. ¿Estáis seguros? Yo, hasta que no aparezcan testimonios en los platós de Tele5 de las peluqueras de las susodichas, o de los ex de los primos hermanos de los vecinos de las peluqueras de las susodichas, o de cualquier otro que pueda dar fe en contra, me creo que son rubias. Porque soy rubia y crédula, claro.

    Por si no nos creéis, ni a ellas ni a mí, creed a Ramón de Campoamor, un señor muy poeta, nada rubio, pero muy sabio, y que dejó escrito:

¡Ay del que va en el mundo a alguna parte

y se encuentra a una rubia en el camino!

    Y además, como decía aquél: ¡Lo que diga la rubia!

    Así que ya sabéis, si pensáis en ser famosos y participar algún día en GH VIP… ya estáis tardando en correr a la farmacia a por un frasco de champú de camomila.

Preguntona