PÓNGAME CUARTA Y MITAD DE BICHOS!

     A poco que me pare a pensar un poco, llego a la conclusión de que nadie excepto Carlos, de los que está en la casa me cae bien...

     No me iría a tomar un café con Alejandro, porque no sé si podríamos tener una conversación medianamente fluida sin que el tema fuera nivel Barrio Sésamo. Tampoco me iría con Javier, porque seguramente querría ir a algún bar ibicenco donde estar más pendiente del postureo, de si te miran, o de si aquel lleva un Rolex hortera que le ha costado mucho menos que el que lleva él, que de interesarse un poco por lo que yo tenga que decir... a no ser claro, que hablemos de la gasolina que consume mi inexistente Ferrari.

     A comer no me iría con Sema. Seguramente me avergonzaría de su mala educación, de su horrendo y repetitivo vocabulario, y de sus exageradas y caricaturescas formas afeminadas antes incluso de sentarnos a la mesa. Tampoco me iría con Rappel, porque estaría todo el rato leyendo... los pliegues de la servilleta, las burbujas del champagne o los posos del café, inventándose mi vida o mejor, inventándose la vida que a mi me gustaría tener si me tocara una Loto con bote. Y luego iría largando que no tengo un duro, que pagué la cuenta por bienqueda y que no tengo ni interna en casa, que soy una muerta de hambre vamos...

      Con Julián ni me plantearía salir de copas. Primero porque es tan soso que dice que no sale nunca, y en el caso de que saliera seguro que acabábamos con él llorando sobre mi hombro sentados en un portal mirando los adoquines. Sus monas son lloronas seguro. Paso, claro. Y con Charlotte pues tampoco, porque si ella con veintipocos tiene que pintarse dos horas antes de salir una máscara tipo lucha libre mexicana, para difuminarla luego y seguir con el rodillo, el gotelé, elección del Chanel, ducha de perfume y tacones tipo dolor de alma... qué tendría que hacer yo a mis muchísimos más?? Una semana antes restaurándome??? Perdona... no. Vamos, ni con Belén, que aunque después de Charlotte ya me parece muy de campo y "sensillica" la niña, no estoy yo ya por la labor de líos viceversos o ligoteos desesperados en Posadas varias.

     Con Laura ni me planteo botellón rollo alternativo... Eso de obligar a la gente a comer gravilla, y quien dice gravilla dice algo más blandito como gusanos trepadores regordetes, mientras me descojono viva tomándome unas birritas con los colegas, como que no me va. Que lo mismo la niña es un amor...con los que le consienten todo o los que se lo dan todo sin que tenga que exigirlo con amenazas, pero, no, no me va ese rollo suyo. Que lo mismo da mucha risa eh? que no me quiero yo meter en las cosas de Laurita, no vaya a ser que me tome manía y no la quiero de enemiga.

     Y me quedan Raquel Rollo y Sosa Benito, que son como las Hermanas Gilda, cotillas y marujonas por obligación y devoción, pero sosas y previsibles para estos menesteres de Gran Hermano.

     La más previsible es Rosa, perdón, Sosa. No hay más que mirarla un poco de frente y decir en tono neutro "familia", "tu momento", o "arroz de Calasparra", y las lágrimas lucharán por asomarse a su compungido rostro, así de artista es, y si ya le sueltas "como una ola", se convierte en artista mundial y sufre una misteriosa transformación que la muta en La Más Grande. Inexplicable, pero es así.

     Mi abuela decía que todo se pega, hasta la hermosura, porque una fea que va con una guapa al final de tanto ver cómo se arregla, cómo se mueve y cómo se comporta, acaba por aprender y mejora lo más grande. Y ella no digo yo que sea fea, pero creo que se comió a la Jurado hace años y ya me empieza a resultar difícil diferenciar cuando se manifiesta Rosa y cuando es Rosa transmutada. Y no digo yo que eso no le vaya bien para lo suyo del "choubisnes" al que se dedica, pero lo que sí digo es que para lo nuestro de Gran Hermano tanto teatro no va bien.

     Es que Sosa es muy exagerada y sus sentimientos son los más sentimentales de entre todo el catálogo de sentimientos XXL. Y aunque parezca contradictorio, este torrente sentimental es soso, mucho, y aburrido por repetitivo. Siempre sabes por dónde va a salir y a quién le va a entrar, cuando se va a esconder y en qué momento va a lanzarse como una fiera gritona. Rosa es una diva rural, o sea, más cursi que una burra paridora. Así de contradictoria es. Como tomarse un Martini muy seco, agitado no revuelto, en el Bar Rosa Pepi, por ejemplo.

     No se puede ser peluquera de una diva y la diva al mismo tiempo. Es una cosa, la otra se la imagina. Todavía tiene la mentalidad de la peluquera y se quiere comportar como la diva. La verdad, queda un poquito ridícula. Cada uno es lo que es y a mucha honra, pero querer ser lo que no se es...

     Por otra parte está la otra "Gilda", Raquel, que es todo lo contrario que Rosa, pero igual de sosa para nuestros intereses. A Raquel no sabría muy bien cómo describirla, entre otras cosas porque sólo la conozco de sus bucles en Sálvame sobre "su hijo y el cante y la exnovia", "su ex, la Gahona y La Chumina", o "la Pantoja y los topos", de poco más. Dicen que es muy divertida y payasa, que le gusta hacer bromas y es buena gente, que es la que más baila en las fiestas y la que mejor cocina. Que cocina ya lo veo, pero... por qué no veo todo lo demás? Por qué parece que se esconde? Lo más destacable que ha protagonizado en la casa ha sido su discusión con Carlos por aquello ya casi olvidado de las nominaciones, y por haberle dicho hace poco a Laura que se había pasado mucho con Lizz y que le parecía inhumano lo de los gusanos. Que bien, vale, pero poco. Aunque ese 'poco' lo mismo le cuesta una partida de cara por parte de Laura, cosa que no me extrañaría.

Eso sí, la he visto muchas veces quitarse el bigote... que también bien, pero me sigue pareciendo poco.

     Poco, muy poco están moviéndose estas dos, con lo que se suelen mover ellas normalmente cuando están fuera de la casa. Echo de menos sus arreos cuando las atacan lo más mínimo en Sálvame, sus gritos, su mala leche, su decir las cosas a la cara y claritas, sus "verdades" y sus Vale?. No quieren ir de madres, pero son las que cocinan, las que quieren a todos los niños, las que regalan consejos a los pequeños, las que les peinan y les quitan las manchas de la cara con saliva (casi), las que se acuestan pronto, las primeras que se prestan a atender la casa, las que ven el desorden y el fregadero lleno...

     No son intocables, son estrellitas en Sálvame, y eso no es o no debería ser patente de corso para no ser nominadas. Pero parece que sus compañeros no lo ven.... Una pena.

Les metía cuarta y mitad de bichos por el escote, a ver si así...

     Como se deduce de la entrada, la casa está sosa, aburrida, estática y poco interesante. Podría haber escrito una entrada centrándome única y exclusivamente en contar cómo la Bollo le dijo a Laura que lo de los gusanos había sido inhumano, arriesgándose a perder su integridad física,  que es lo único destacable desde la ultima vez que escribí... podría. Pero me parecería un poco soso, aburrido y poco interesante. Os aprecio demasiado... y no sé si no volveríais! jaja

Ah!! Que se me olvidaba!!

Anoche hubo Debate.

Punto.

PK-Grosella