ELEMENTO TÓXICO

Hay personas que necesitan ser continuamente el centro de atención, y cuando no lo consiguen por méritos propios, por cosas positivas, lo hacen a costa de hacerse las víctimas o de crear conflicto. Es frecuente que este tipo de personas consigan el cariño y el apoyo de los que están a su alrededor, en parte por pena, en parte porque pueden parecer grandes amigos. Pero lo parecen sólo mientras actúes tal y como ellos desean que lo hagas, cuando dejes de hacerles el caso que necesitan (que es mucho), o les lleves la contraria, se volverán contra ti. Son personas que hacen una montaña de un grano de arena y viven todo como un gran drama personal, aparentemente sólo se hacen daño a sí mismas con esa actitud tan negativa, pero en realidad son vampiros emocionales que chupan la energía positiva de quien esté a su alrededor. Victor Sandoval es una de esas personas.

Él sabe de todo, de cualquier tema que se hable él tiene una opinión, y una opinión con visos de verdad absoluta además. Sobre todo le encanta presumir de que “tiene mucha tele”, y digo yo que a lo mejor es que tiene un almacén de teles en su casa... porque lo que es salir en ella tampoco es que haya salido demasiado... no por cosas de las que enorgullecerse al menos, es cierto que ha colaborado en varios programas pero no puede decirse que sea de las caras más conocidas de nuestra televisión... Yo le conocía de Mamma Mía, un programa de Telemadrid, ese ha sido su gran éxito como presentador, un programa en una cadena autonómica. Tras ese programa, que iba de cotilleos, se ha lucrado básicamente vendiendo su vida, así que quien no sea de Madrid y no siga el mundo del corazón es bastante probable que ni siquiera sepa quien es Víctor Sandoval. ¡Pero a él no se lo digáis o se hace el harakiri con una cucharilla de café!.

También es muy proclive a victimizarse, le encanta contar el daño que le ha hecho su ex Nacho Polo y lo mal que lo está pasando por sus problemas económicos. Y yo no dudo que lo haya pasado mal pero también creo que hay gente a la que le pasan cosas mucho peores y no se pasa el día quejándose.  Pero para él todo es un mundo y una agresión malintencionada contra su persona. Prueba de ello es el rebote que se pilló y el drama que montó por resultar ser el cuarto más nominado de la última gala, ¡ni que le hubieran votado todos sus compañeros!, pero a él ya le sirvió de excusa para decir que quería irse porque no quería estar en un sitio en el que alguien no le quisiera, ¿se puede ser más ridículo?. A mi todo esto me parecen ganas de llamar la atención simplemente.

Pero lo peor de Víctor no es todo lo que he expuesto hasta ahora, sino su afán por criticar a sus compañeros, cada pocos días le da por uno diferente y  así seguirá hasta que no deje títere con cabeza. Sólo se libran los que le doran convenientemente la píldora, por ejemplo Israel, al que empezó atacando hasta el punto de tacharle de alcohólico, pero como al torero el peloteo se le da muy bien ahora son muy amiguitos y Victor le tiene en alta estima, veremos cuánto le dura... Además tiene la fea costumbre de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, sólo así se pueden explicar cosas como que juzgue duramente a Los Chunguitos por sus comentarios homófobos para pocos días después hacer él un comentario con tintes xenófobos como es llamar mono a Coman. O que critique a Fede porque según él está con Ylenia por interés, para dar qué hablar formando la primera parejita del programa, mientras que si alguien se ha acercado a un compañero en esa casa por interés ha sido él mismo que desde el primer minuto se pegó como una lapa a Belén Esteban y aguanta estoicamente los exabruptos que ella le dedica cuando a otros no les pasa ni la más mínima, ¿o es que los “¡Victor callaté!” de Belén, dichos además con toda la rabia del mundo, son música para los oídos de Sandoval?, lo dudo, pero hay que aguantar porque llevarse bien con la princesa del pueblo le puede repercutir muy positivamente. Y ya el colmo es que se atreva a criticar a Laura porque según él sobreactúa cuando él es el rey del drama y la exageración. Sus ojos están tan llenos de vigas que se ha debido formar un andamio ya...

Yo tengo claro que no quiero en mi vida una persona como Víctor. Alguien que te puede traicionar y criticar en cualquier momento, que reclama continuamente ser el centro de atención y a quien tienes que estar siempre pendiente no sólo de no ofender sino de halagar. Tras su aparente locura y alegría se esconde una persona amargada y dañina, y esas personas cuánto más lejos mejor. Pero yo no voy a convivir con Víctor, sino que lo observo en un reality de televisión, y para eso Víctor es un personaje muy interesante, tiene el típico perfil que un reality necesita, con él en la casa ésta nunca permanecerá demasiado tiempo aburrida porque necesita buscar conflicto, así que si no lo hay lo creará. Puede ser interesante ver si sus compañeros se van cansando de él y poniéndose en su contra, creo que lo harán, y él aparentemente sufrirá mucho pero en el fondo estará encantado de ser el protagonista. Puede que llegue un momento que me caiga tan mal que quiera echarlo a toda costa, pero por ahora lo considero necesario en la casa así que espero que siga en ella unas cuántas semanas esparciendo su toxicidad.

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