ÉRASE UNA VEZ...

Érase una vez, en un rincón perdido de las montañas de Madrid, que había un pueblecito pequeño pero acostumbrado desde mucho tiempo atrás a las idas y venidas de famosos con cámaras, luces... y acción.

Ese pueblo se llamaba, y se llama, Guadalix de la Sierra. Un pueblo tranquilo, de gentes amables y pacientes, que en cuya sierra albergaba una de las casas más famosas de todo el territorio nacional.

Perdón, he dicho "casa"? Bueno, no he sido muy correcta definiendo este lugar como una casa ya que no era una casa al uso. Ciertamente se trataba de un enorme plató de televisión, lleno de cámaras, pasillos, gente trabajando, luces, monitores, cables y demás parafernalia televisiva. Lo que ocurre es que por lo menos una vez al año ese plató de televisión se atrezzaba con todo tipo de muebles y enseres para dar la impresión de que estábamos viendo un hogar con todas sus características y consecuencias. Y era entonces cuando un grupo de completos desconocidos llegaba con sus maletas para instalarse en ella y convivir durante unos meses. Meses en los que nosotros, espectadores, observábamos sus idas y venidas, sus rifis y rafes, sus quítame de ahí esas pajas, y opinábamos, juzgábamos y decidíamos sus destinos. Eran buenos tiempos... cuando decidíamos sus destinos digo.

Sus destinos... Sí. Muchos de vosotros os preguntaréis qué ha sido de aquellas vidas que un día moraron la famosa casa de Guadalix de la Sierra...

No ha hecho falta investigar mucho para saber qué fue de sus vidas, dónde están, en qué trabajan ahora y a qué dedican su tiempo libre. Puede que os asombréis.

Empezaremos por aquella chiquilla gitana enamorada de un cantante hijo de idem (hijo de cantante), morena y menuda, Aguasantas se llamaba, que entró a la casa huyendo de su malvada suegra. Pues bien, Aguasantas ahora vive en una aldea cerca de Lugo. No fue su elección, ella pretendía volver al sur, pero no se ubicó en el mapa. Intentó abrir un negocio de chirlas envasadas con una socia, pero la susodicha socia la dejó tirada al mes. Desde entonces se ha quedado embarazada siete veces, pero churumbel no se le conoce ninguno. Ahora da clases de Geografía en un corralito de la aldea, donde las ovejas aprenden a no perderse por los montes. En sus ratos libres organiza caravanas de mujeres y hombres por las aldeas vecinas.

Por alusiones conoceremos ahora la historia de Ares. Fue socia durante un mes de Aguasantas, pero descubrió que el negocio de la chirla no era muy rentable y como buena catalana se decidió por otro llamado "La Pela". No, no es de imitación de ropa interior, ni de acuñación de moneda falsa. Se trata de un pequeño negocio que abrió con su guapo novio al que tiene todo el día pelando pipas, pela que te pela, mientras ella organiza reuniones de cotillas en el polideportivo del pueblo. En dichas reuniones se habla de todo y todas las cotillas colaboran, siendo Ares la mayor colaboradora, pues su cometido es alabar las lindezas de sus compañeras y compañeros como si no hubiera un mañana. En su tiempo libre colecciona Manuales de Uso de cualquier cosa. Parece una tara, una obsesión o algo.

Y qué fue del torero?. Israel se llamaba... os acordáis alguien? Israel tiene una licorería clandestina en Wisconsing. Pero si no lo decimos, no se nota. Pasa su vida entre mondas de patata y mondándose del mundo. Es feliz. Al poco de salir de la casa intentó camelarse a Massiel, pero ésta durante una fiesta le agarró el capote y lo lanzó al Manzanares, acabando así con su carrera taurina. Le daba pereza bajar a mojarse al río. Su principal hobbie es el diseño de tupés engominados.

Otro de los habitantes de aquella casa fue un muchacho (bueno, muchacho por decir algo) atormentado por su pasado e intranquilo por su futuro: Víctor. Víctor tiene una academia de arte dramático en Zamora. Pensó montarla en Cuenca, pero Zamora le pareció un lugar mucho más recóndito y con mucha menos gente a la que conociera, y le venía mejor para lo suyo del dramatismo y la soledad. Por cierto, el otro día puso un anuncio en El Heraldo de Zamora en el que decía que necesitaba divanes. Ya sabéis, si tenéis alguno... En sus ratos libres confecciona de forma artesanal peluquines de lana zamorana. Un poco caros, pero resultones.

Ylenia fue otra de las concursantes de aquella edición. Una dulce, rubita e inocente niña alicantina, criada y vivida en Benidorm, el NY Levantino. En la actualidad está en un convento, como no podría ser de otra forma y porque su padre la cogió de las raíces y la llevó a rastras. La vocación le sobrevino una noche de copas y desenfreno en la que le pareció ver a la Virgen en una de las tumbonas de la playa. La Virgen no era, pero no se lo digáis! que ya ha conseguido aprenderse el "Fedesito de mi vida". En sus ratos entre maitines y vísperas hace bollos. De crema. Está haciendo un curso CCC de Maquillaje de fantasía.

Y hablando de Ylenia, os contaré que su amigo Fede volvió a Italia cuando se enteró de lo de Ylenia, corriendo sobre las aguas, así, sin ferry ni nada. A ver, no que fuera sin calzoncillos, que podría, pero no fue él, ahora os lo cuento. Que echó a correr tan rápido que ni se dio cuenta de que había pasado Barcelona y estaba camino de Roma en línea recta. Pero se topó con Córcega y allí se quedó. No quería problemas. Ahora es hippie y fabrica lámparas a partir de botellas vacías de whisky. Cuando tiene un rato tira el whisky  por los acantilados de la isla. Busca novia.

El de los calzoncillos, o mejor, el de sin calzoncillos es Coman, el chico negro de ojos azules, casi grises. Se gastó todo el dinero en ropa interior y en instalar ventiladores en todas las habitaciones de su casa, y en antitranspirantes también, porque decidió tirarse a la vida disoluta. Eso, tirarse a la... vida, en general. Pues eso.... Pero es telepredicador y dicen que hipnotiza o atonta, no me acuerdo muy bien. Su principal afición es ver la película "El Libro de la Selva". La tiene en todos los idiomas y en versión extendida y secuencias inéditas.

Belén desde que saló de la casa que ya no es la misma, entre otras cosas porque nunca pudo quitarse de encima los restos del maquillaje que le perpetró Ylenia. Está realizando trabajos forzados para la comunidad porque fue acusada de dejar sorda y sacar de quicio a media España (GRACIAAAAAASSSSS ESPAÑAAAAAAA!!!!!). Ella lo "aceta", pero con el dineral que ganó puso un negocio de sonotones, pitos, bocinas, altavoces y trompetillas. Andreíta dice que no vuelve de California, así que su Migue está al frente del negocio. Ah, y ha puesto en su currículum: Nivel de Inglés: "Acetable no, Perfeto". En sus ratos libres a la hora de comer toca las castañuelas con la boca. Y no está en el circo!.

La otra señorita rubia de la casa, Chari, la de la sonrisa profiden perpetua entró a la casa después que sus compañeros, aunque sus tetas entraron al mismo tiempo que los demás. Ella, como iba detrás (de sus tetas), tardó un poco. Al salir decidió ir a la Universidad, pero todavía está llegando. Mientras se dedica a participar en concursos de tala de troncos y levantamiento de piedras. Iñaki está acojonao. Cuando tiene un ratito hace Zumba, por deporte.

Y ya sólo nos queda Angela... Poco que decir de su vida actual. Está en el Museo de Cera haciendo de ella misma. De vez en cuando asusta a los visitantes haciéndoles preguntas sobre el exterior. Se sabe que es ella porque lleva un cartelito y está junto a las figuras de Renée Zellweger y Uma Thurman. No tiene ratos libres.

La casa de la sierra de Guadalix sigue estando en el mismo sitio que la dejaron sus últimos habitantes. Está siendo desmantelada. Está triste pero esperanzada. Los inquilinos que la habitaron por última vez no la trataron como ella estaba acostumbrada. Sus últimas declaraciones fueron: "Y por qué no los mandaron al Hotel Glam, coño?? Que yo tengo una reputación!!". El Súper le ha comunicado que aquí no va el... "Y colorín colorado", que este cuento no se ha acabado, que en unos meses llegará nueva decoración y nuevos moradores, y esta vez, con reputación.

Y por mi parte sí... "Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Os ha gustado?".

PK-Grosella