DEPARTAMENTO DE RECLAMACIONES

-Le atiende el Departamento de Reclamaciones de GH VIP4. Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?

- Quería reclamar.

- Muy bien. Necesito en primer lugar que se identifique. ¿Con quién hablo?

- Con Rosa, soy Rosa. Rosa budista de la Virgen de Regla. Cuñadísima de la más grande, madre de su sobrina, y ex de su hermano, y a mucha honra. Como una ola su amor llegó a mi vida y luego se nos rompió de tanto usarlo. Tengo sesenta años y muy bien llevados, que la que tuvo retuvo. ¿Sabe que fui Miss de jovencita? De profesión, madre amantísima de mis cuatro hijos, abuela no  menos ejemplar de mis nietos, mujer abnegada de mi casa y colaboradora desde mi “Sálvame” en las casas de los demás. Sé peinar, maquillar, cocinar, coser, cantar, (sí, coser y cantar, ya sabe), cotillear, llorar, reír, hacer de enfermera en Houston (¡Jurado, te amo!), planchar y pasar la bayeta. Igual me marco un concierto que te guiso las pelotas del cocido. Valgo para un roto y para un descosido. Perdono pero no olvido, tiro con dardo y venenito, y peloteo cuando es justo y necesario. Y en mis ratos libres, soy concursante de reality. Ya gané uno, “Supervivientes”. Ay, qué momento… Mi mo-men-to. Desde entonces me he propuesto vivir. Sí, vivir. Ya sabe, ir al cine y esas cosas. Porque me casé siendo casi una niña y renuncié a todo para entregarme en cuerpo y alma a mi marido. No importaba que él no hiciera lo propio. Era tan guapo…Hasta una manuelita le hice un día viajando en avión. Pero pequeñita, eh, que soy picarona pero muy decente y muy señora. Pero sí, ahora quiero ir al cine. ¿Enamorarme de nuevo? Ay, por qué no… Que yo me sigo viendo muy bien, y con unos retoquitos que me voy a hacer en breve ya ni le cuento. Y tengo ilusión, mucha ilusión. De momento ya hay un señor que me lleva a Burgos y me invita a comer. No es tan guapo como mi ex, pero me invita. Seguro que si me lo propongo también me acompañará al cine.

- Bien, bien, ya es suficiente. ¿Y cuál es el motivo de su reclamación?

- Pues que no pinto nada aquí.

- ¿Podría ser más explicita?

-  Pues eso, que no pinto nada en esta casa de Guadalix. Que hacer hago muchas cosas, y no paro, y bien cansada que me acuesto todas las noches y bien despejada y dinámica me vuelvo a levantar todas las mañanas. Pero es como si nada. Plancho sábanas, preparo comida y cena, hago virguerías con el cepillo en las melenas de mis compañeras de concurso, tengo la cocina y el cuarto de baño como los chorros del oro, me emociono en el confe, bailo en las fiestas, me sonrojo, cotilleo sin darme tregua y hago unos trajes a medida que para qué, coso (de verdad) uniformes de mis compañeros, consuelo a mis niños de la casa, que buen trabajo y coñazo me dan, me solidarizo a todas horas con mi amiga Raquelilla, y hasta me las arreglo para quitarme la cofia y ponerme guapa y divina de la muerte para las galas, que bien mona me pongo, oiga, con mis blusitas, mis vestiditos... ¿Y total para qué? ¿Para que no se me tenga en cuenta ahí fuera? Que ni me aplauden ni ovacionan en los directos, ni me traen a mi hermana en la fiesta de mi cumpleaños y se me despachan con un dibujo de mis nietos, ni me meten a un enemigo en la casa, ni me ponen un mensaje de Kiko Hernández dándome tralla, ni nada de nada. ¿Perdonaaaa? ¿Para eso me estoy partiendo yo el lomo de trabajar?

- ¿Pero usted quiere pintar algo?

- Hombre, pintar lo que se dice pintar… Si en realidad yo así estoy muy bien, la mar de tranquilita, que ni un disgusto me llevo, y buena falta me hacía tener paz y sosiego. Y dinerito para mis bolsillitos. Pero es que es muy triste a la vez. Porque yo confiaba en que éste también iba a ser mi momento. Y que a mi compi Belén bien que le fue el año pasado, oiga. ¿Y a mí por qué no me tiene que pasar lo mismo este año? Que yo no  quiero ser la princesa del pueblo, que ésa sólo hay una, ¿pero por qué no puedo ser la infanta de la plebe? Me hacía ilusión. Y bien que me pusieron de reclamo y ya me anunciaron desde GH16. La primera, eh, ¡la primera! Pero no, van luego y me quitan todo el protagonismo, y me meten a la mocosa esta, con ese genio que se gasta y sobre todo con esa familia que se gasta, y ya el colmo de los colmos, me usurpan lo que es mío con el carroza guaperas venido a menos, que no sé quién se ha creído qué es y que ni caso me hizo desde la primera noche… Que a mí no me hacía tilín, eh, que yo creo que se lo podía haber hecho yo a él, que bien que me quiso poner ojitos aunque yo no me dejé, pero no ha sabido verme, a mí, a Rosa, a Rosa Benito. Igual que no está sabiendo verme el público, ni mis amigos de la cadena… ¿Perdonaaaa? ¡Pues ahora se van a enterar, voy a hacer lo que sea, lo que sea!  ¡Éste también debería de estar siendo mi mo-men-to! ¡Mi mo-men-to!

- Ha quedado suficientemente clara su reclamación. Pero ahora mismo no puedo seguir atendiéndola.

- ¿Ah, no? ¿Y por qué?

- Porque no es su momento… Si lo desea, puede volver a intentarlo en otro momento.

Preguntona