LA GALA DEL CEPILLO

    Estoy haciendo una cosa que no me gusta nada hacer, y es escribir la entrada nada más terminar la gala. Y no me gusta porque todavía no tengo perspectiva y mis ideas siguen dando saltos y grititos. Vais a ver... callaos un poco..... Oís??

Qúe niña más idiotaaaaaa

Siiiiiiiiiiiii

Salvadoooooooooooooooo

Biennnnnnnnn

Por un peo aquí me veoooooo

Yuuuujuuuuuuuu

Xaaaaaxiiiiiiii

Tengo sed? Siiiiiiiiiii (joder, esto ahora no! que no pega!!)

    Veis? Revolucionadas perdidas.

    Hace menos de dos horas estaba a un tris de cerrar el chiringuito, liarme la manta a la cabeza y pasar de todo como de comer mierda. Ejemmm esto me recuerda a Carlos...pobre!...que todavía no lo sabe. Y ahora aquí estoy, intentando escribir una nueva entrada para mañana, cosa que por cierto me alegra muchísimo, porque significa que Carlos se ha salvado de una de las expulsiones más complicadas que se han vivido en mucho tiempo.

    Las redes sociales revolucionadas, todo el mundo nervioso, se pedían votos, se arengaba a la gente... Me recordaba a viejos tiempos, cuando empecé con todo esto de GH y los blogs... qué tiempos!. Me ha gustado sentirme un poco igual, aunque con la calma que dan los años. Dios!!! Me estoy poniendo como una abuela cebolleta contando batallitas de otros tiempos, y tampoco llevo tanto en esto!

    Pero vayamos por partes. La primera idea revolucionada que me pasa por la cabeza es la de la niña idiota. Lo siento, siento llamarla idiota, pero no se me ocurre otro adjetivo en este momento. Ya me diréis si no cómo puedo calificar a una persona que después de plantarle en los morros lo que hizo y delante de Carlos, el afectado, después de comunicarle que estaba duramente sancionada y después de darle la oportunidad de decir algo medianamente normal, sensato o coherente, no se le ocurre otra cosa que reírse en la cara de Carlos y de todos los espectadores, que a esas alturas ya estábamos que echábamos humo por la nariz, decir que Carlos casi que lo merecía por meterse con las mujeres y pedir perdón porque el presentador se lo sugirió, que si no tampoco. Es idiota o no?? Hubiera quedado mejor diciendo "no me consta" o "no recuerdo nada" (que lo intentó...). A veces me daba hasta pena pensar en sus pobres procesos mentales, pero cuando la vi volver a la casa con una sonrisa de satisfacción por haber protagonizado algo que no fuera un anuncio de potitos, se me pasó.

    Y cómo se lo tomó Carlos? Pues como siempre, con tranquilidad. Claro que lo que no tiene claro Carlos, ni creo que muchos de nosotros, es si al final se lavó los dientes con el cepillo nuevo o con el "pasado por agua". Dijo que notó el cepillo más duro que el que usaba normalmente, por lo que cree que el Súper se lo cambió por la noche. Pero no quiero imaginarme yo por qué estaba más duro el cepillo... Agüita sequita de váter.... Uf! Vale, ya. Pasado. Carlos no sabe nada y mejor, porque estoy segura de que si llega a tener la certeza de que el cepillo era el viejo no hubiera llamado sólo niña maleducada a Charlotte. No la hubiera llamado nada, se habría muerto en directo, garantizando así el espectáculo telecinquero.

    La otra implicada en el "cepillogate" llamó por teléfono para decir que se había ido porque su madre está muy enferma. Desde aquí le deseo que todo se solucione pronto y favorablemente, pero también le digo desde aquí que le dio tiempo de sobra para disculparse un poco, porque supongo que se enteraría de la movida que había dejado detrás, y estuvo al teléfono todo el tiempo que tardé yo en comerme una ensalada, beberme una copa de vino, fumarme un cigarro, lavarme los dientes y no sé cuantas cosas más. No lo hizo... sería por la emoción que la embargaba, pero los mensajes de su Twitter sí que los borró... En fin. Que le deseo lo mejor, en serio, pero que no se presente a ningún otro programa, que luego lo paga con la salud de su familia.

    Vaya par....  En fin...

    Luego vino el momento de la expulsión. Nervios es poco. Yo estaba al borde del colapso. Tanto sorpasso arriba y abajo me habían dejado ya manca, pues no me quedaban ni muñones que comerme, y eso que no sé morderme las uñas... Me lo tendré que mirar, pues no saber hacer algo tan sencillo... Ahora que lo pienso, lo mismo no debería haber llamado idiota a Charlotte. Bueno, a lo que voy. Que la supervivencia de Carlos y de este blog estaban en peligro y yo, aparte de manca, tenía un ojo en Santa Pola y otro en Guardamar, como el Dioni, mirando a la vez Twitter y la tele.

Y salió Sema y su tutú y su maillot azul eléctrico, y sus rizos y su maquillaje y sus pestañas postizas y sus faltadas al público, y sus tonterías y su mundo de colores. Y al oír su nombre a mi se me bajó de repente la sangre a los pies y me quedé como un blandiblú de puro relax. A ver, que tenía una entrada preparada para este glorioso momento, que me había costado hacer más de dos meses, y poderla publicar fue un éxtasis, como comprenderéis.

    Cuando Carlos y Alejandro volvieron a la casa, más contentos que Sema con un bote de purpurina,  les mostraron a todos la tropelía del cepillo. Supongo que no es lo mismo saberlo que verlo, porque saberlo lo sabían todos menos Alejandro y Fran, pero las caras de asombro y asco fueron todas iguales. Todas menos la de niña idiota, claro, que seguía la mar de divertida con el asunto (es que... le metía la cabeza en el váter hasta que se le descompusieran las extensiones y las dos neuronas que tiene se le ahogaran!!!!).

Sí, lo sabía la mayoría de la casa y nadie tuvo la decencia de avisar a Carlos ni de hacer el más mínimo comentario al respecto. Vaya Vips...de mierda, que encima le decían a Carlos que no regañara tanto a Charlotte. Eso sí, luego, cuando Carlos no podía oírles, todos poniendo el grito en el cielo... El primero Rappel.

    Bueno, lo importante es que Carlos está dentro, por los pelos, pero dentro, y todo gracias al esfuerzo de muchísima gente a la que doy las gracias desde aquí por haber salvado de paso al blog. Lo único que me sigue escociendo y bastante es que no se dijera absolutamente nada sobre las acusaciones de maltratador que la niña idiota, Belén y Raquel vertieron sobre Carlos y Fran en varias ocasiones. Lo han dejado pasar y con el fragor de la batalla y el éxtasis de la victoria parece que se han olvidado. Espero que no se repitan y que si alguna vez Raquel está nominada y sale, de las pertinentes explicaciones y pida disculpas, que esa puede ser lo que sea, pero idiota no y sabe lo que dice.

    Y qué más? Pues que volvieron a nominar a Carlos, y con él a Fran, Laura y Rappel. A la niña idiota la nominó el programa. El poder de salvación lo podían ejercer Carlos, Fran y Laura. Laura no podía hacer nada porque estaba en minoría, y Carlos puso a prueba a Fran. Y Fran metió la pata hasta el corvejón, porque se salvó a sí mismo en lugar de demostrar un poco de la solidaridad que Carlos esperaba de su amigo y se quedó un poco pocho. Normal, debe estar hasta el gorro de estar nominado, y me temo que salvarle de nuevo va a volver a ser tarea titánica.

    De la entrevista de Sema no hablo verdad? No.

PK-Grosella

Pd. Me acaban de mandar esta foto:

     En ella se ve que Carlos va a usar un cepillo azul, y los que les dieron a Belén y Charlotte para hacer el cambiazo eran rosa o verde. Nada más que añadir. Si no lo cambió el Súper por la noche Carlos podría haber contraído cualquier enfermedad seria.

    Y ahora que me acuerdo, a Carlos le dijeron anoche que no se preocupase, que los médicos habían dicho que no pasaba nada y que todo estaba bien.

    Le hicieron pruebas para saberlo?

    Son médicos los que lo dijeron o eran notarios?

    Cuanta información nos falta?